Comencemos diciendo que la Europa League tuvo cierre de película. En Roma se vivió una locura digna de final. Berke Özer, arquero turco del Lille, se robó el show al atajar tres penales seguidos en los minutos finales. Sí, tres.
Roma buscaba empatar, pero se topó con un portero en modo muro humano. El Lille ganó 1-0 con gol de Haraldsson, y los italianos se fueron mirando al cielo, sin entender nada.
Así fue la locura
Todo empezó con una mano de Aïssa Mandi. Penal para Roma, el estadio rugió. Dovbyk pateó y Özer tapó. El árbitro mandó repetir por adelantamiento. Dovbyk insistió… y Özer volvió a tapar.
Entonces Matías Soulé pidió el balón, confiado, pero el turco le adivinó también. Tres tiros, tres atajadas, y el Olímpico quedó en silencio.
Del drama romano al cuento francés
Roma venía dulce en la temporada, pero esta vez no hubo milagro. Lille, en cambio, sacó oro de Roma y se metió de lleno en la pelea del grupo. La verdad queda pa’ libros de historia, un arquero que frena tres penales seguidos no se ve ni en los videojuegos.
El milagro turco
Özer no solo tapó goles, también tapó el libreto de Roma. Fue una noche donde el fútbol recordó que los héroes no siempre usan la 10.
Lille festeja; Roma, en cambio, sigue buscando al único hombre que esa noche no quiso dejar pasar nada.
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